Por cierto que la cosa viene acompañada de sabiduría familiar y consejos
de quienes lo han usado desde siempre. Lo he enseñado a la familia y me
los han dado... Primero, que no debe lavarse con jabón, imagino que por
los perfumes. Segundo, y consejo de abuela, que si echas un tizón
encendido al café, pero que no sea tan grande que lo haga hervir, mejora
muchísimo el sabor. Contrastado esto último.
Un saludo