Descenso del Mackenzie en kayak

Pon el enlace de la web, aunque sea comercial.
Queremos saber qué pensaban de ir de viaje con un yihadista infiltrado.
¿Qué tal las comidas? ¿Echaban cosas raras a las cosas de comer?
Ya me imagino que al final desaparecías por ahí tú solo, ya.
¿Era muy gorda Maureen?
¿Ves como sí hay muchas cosas que contar?
Y ya nos darás más detalles sobre esto que dices: "El mío, más largo, se lo enchufo por detrás".


(Somos incorregibles. Los tíos siempre tendremos 13 años de edad mental.)

Amedio escribió:

AurelioApe escribió:

Fantástica la idea de una vela de fortuna. Imagino que el tercero iba a popa con la pala haciendo de timón, ¿le dió mucha guerra mantener el rumbo? porque el viento no soplaría exactamente todo el rato en la dirección adecuada. Cuéntanos más de esos episodios de navegación a vela.

La vela es el protector de suelo de una tienda pequeña. Colocamos los dos kayaks gemelos delante unidos por las popas con los timones levantados. El mío, más largo, se lo enchufo por detrás, con el timón de este kayak es suficiente para controlar la dirección. Uno de mis compañeros controlaba de vela y se encargaba de las ceñidas. Tuvimos 2 días con viento de cola. El primero hicimos 40km a vela y el segundo 90km.

¿Ceñidas? En navegación a vela se le llama así a ir en contra del viento. Me parece asombroso que una embarcación y vela de fortuna te permitan ceñir, por lo que explicas entiendo que solo ponías la vela cuando el viento sopla de popa.

Por supuesto pon el enlace, y seguro que si haces una crónica novelada del viaje habrá muchas cosas que contar, anecdotas, comidas, campamentos, imprevistos, etc, dos meses son muchos dias de aventura, será una delicia leerla.

AurelioApe escribió:

¿Ceñidas? En navegación a vela se le llama así a ir en contra del viento. Me parece asombroso que una embarcación y vela de fortuna te permitan ceñir, por lo que explicas entiendo que solo ponías la vela cuando el viento sopla de popa.

Lo de la ceñidas era broma, tengo que afilar más el lápiz, sin orza y con una embarcación hecha con 3 piezas que se mueven entre ellas no creo que sea posible. En algún giro del río llegamos a tener viento casi de lado y esperamos a que la corriente nos pusiese en posición favorable de nuevo.

iurde escribió:

Pon el enlace de la web, aunque sea comercial.
Queremos saber qué pensaban de ir de viaje con un yihadista infiltrado.
¿Qué tal las comidas? ¿Echaban cosas raras a las cosas de comer?
Ya me imagino que al final desaparecías por ahí tú solo, ya.
¿Era muy gorda Maureen?
¿Ves como sí hay muchas cosas que contar?
Y ya nos darás más detalles sobre esto que dices: "El mío, más largo, se lo enchufo por detrás".


(Somos incorregibles. Los tíos siempre tendremos 13 años de edad mental.)

Si quieres me llevo el kayak al próximo curso de arcos y te explico como es  

Bueno, vale.
Me conformo si pones el enlace al relato de tus compañeros y nos dices cómo es Maureen.

iurde escribió:

Bueno, vale.
Me conformo si pones el enlace al relato de tus compañeros y nos dices cómo es Maureen.

Maureen es como mi madre, pero usa un Ulu en vez de un Arcos.

Ya, ya, como tu madre...
No nos quieres contar nada, ¿eh, bribón?
Pon el enlace de tus colegas, anda, a ver qué fotos de Maureen salen.
Igual es ésta:

Quizás hace 30 o 40 años...

Bueno, parece que mis compañeros de viaje no van a hacer el vídeo a corto plazo, así que he preparado una medio crónica.

Por si acaso, aquí tenéis un enlace a la web de Carlos, el biólogo que se encarga de la parte gráfica:

http://bichoproducciones.es/bicho/?p=408

y aquí otra del viaje que el mismo grupo hizo el año anterior, de este si han editado un pequeño vídeo:

http://bichoproducciones.es/bicho/?p=343

Como os decía, son vídeos para los patrocinadores. Si la administración no considera apropiados los enlaces por el carácter comercial, los elimino.

La cámara que llevaba era un poco aparatosa, y además cuando hice el viaje no tenía en mente hacer una crónica. Así que no tengo todas las fotos que me gustaría ni un registro detallado del viaje. Pero tengo buena memoria :)y por otra parte tampoco hay mucho que contar, la mayor parte de los días son iguales que el día anterior. Muchas fotos aparecen en los post anteriores, pero creo que es más sencillo leer la crónica si ls pongo aquí otra vez, espero que ayude a aligerar el ladrillo.

Dejo los mayoría de los topónimos en inglés, ya que resulta más fácil identificar los lugares y la traducción no aporta gran cosa.

El Mackenzie cruza los Territorios del Noroeste (Canadá) de norte a sur. El tramo de río que recibe este nombre nace en el lago Great Slave y desemboca en el Mar de Beafort, Océano Ártico. En realidad el río nace en glaciares de las Rocosas con el nombre de Athabasca, recibiendo otros dos nombres antes de llegar al ártico. Nos habría gustado descender el río completo (Athabasca, Slave y Mackenzie). Pero eso exigiría un esfuerzo logístico mayor y mucho tiempo. Así que nos conformamos con la parte que recibe el nombre de Mackenzie en los mapas.

Los Territorios del Noroeste tienen una superficie un poco mayor que Portugal, España y Francia juntas y una población de unos 40000 habitantes. Más o menos 10000 viven en el entorno del Mackenzie, la mayoría de los 30000 restantes viven en la capital. Así que la mayor parte está despoblado y hat muy pocas carreteras en los Territorios del Noroeste. El Mackenzie es una importante arteria de comunicación para los habitantes de la zona.  En los 1850km de nuestro nos hemos encontrado solamente con un puente y dos rutas de ferry. Solamente 3 carreteras entran a este Territorio, una desde Alberta, otra desde la Columbia Británica y una tercera desde los Territorios del Yukon. Todas ellas al oeste del río, así que para llegar por carretera al este de la provincia hay que cruzar el Mackenzie. Pese a todo esto, la logística para el descenso del río es relativamente fácil. Se puede acceder por carretera hasta Hay River, al principio del descenso, y a Inuvik, casi al final. Una empresa basada en Hay River (Canoe North,  www.canoenorth.ca) alquila todo el material que se pueda necesitar y se encarga del transporte. Por cierto, el material es de muy buena calidad y el servicio que dan es estupendo.

En este mapa podéis ver el recorrido y los distintos lugares en donde hemos acampado. El número es el día  contado desde el inicio del viaje (las “S” indican los sitios donde iba solo).


El plan del era el siguiente:

Mis compañeros se reunirían conmigo en Edmonton, donde vivo. Desde allí conduciríamos, llevando sus dos kayaks, hasta Hay River (1100km).

En Hay River el coche entraría en un barco que lo bajaría hasta Inivuk por unos módicos $1300 (NTCL, www.ntcl.com), yo recogería un kayak de alquiler y los tres empezaríamos el viaje de 1850km.

Nuestra ruta terminaba en Tuktoyaktuk, 180km río abajo de Inuvik, tendríamos que buscar la forma de transportar los kayaks de mis compañeros río arriba. En Inuvik recogeríamos mi coche y conduciríamos los 3200km de vuelta a casa (para mí) y 250 km en coche y unos 7000 más en avión  para mis compañeros.

Así las cosas el 14 de junio salimos de Edmonton. Esa noche dormimos junto al paralelo sesenta, la frontera entre Alberta y los Territorios del Noroeste. Fue nuestra última noche de oscuridad hasta el 11 de agosto.


Llegamos a Hay River el sábado 16 por la mañana. Allí descubrimos que la empresa que transportaría el coche no nos permitía entregarlo en sábado (tiene todo el sentido, el retraso es culpa de Amedio). Así que tuvimos que esperar hasta el lunes 18 para embarcar. Mientras tanto terminamos de preparar nuestro equipo y disfrutamos de la hospitalidad local. La persona que me alquilaba el kayak no estaba en Hay River ese fin de semana, así que dejó el barco con sus vecinos, Susan y Bob. Nos invitaron a desayunar y a comer en su casa, nos enseñaron el pueblo, nos ayudaron con el papeleo y los porteos para el embarque. Fueron tan amables que hasta nos resultó embarazoso.

Resuelto el transporte del coche embarcamos el día 18 en el Gran Lago de los Esclavos. Para hacernos una idea de su tamaño, tiene una superficie similar a la de Galicia. Por suerte estábamos cerca del inicio del río y no teníamos que cruzarlo entero. Pero el viento nos regalo unas olas interesantes para el primer día. Perdimos una caña y nos mojamos a conciencia. Buena parte de la orilla sur del lago es bastante somera, por lo que las olas hacían complicado el desembarco. Por suerte encontramos una zona tranquila, la que véis en la foto. Todos los mosquitos que pudiésemos desear y un montón de leña.


Y nuestra primera águila calva en este viaje


Este primer tramo es bastante plano, al la salida del Mackenzie el río toma un poco de velocidad, pero en seguida se ensancha hasta los 11km, formando el Lago del Castor. Muchísimos pájaros y un buen sitio para pescar. Nos lo tomamos con calma, nos llevo 4 días llegar hasta Fort Providence. Allí pudimos tomar una ducha y reponer provisiones. Nos impresionaron bastante los estragos que el alcohol hace en la población local.

El único puente sobre el Mackenzie, aguas arriba de Fort Providence.


Aguas abajo de Fort Providence el río forma el Lago Mills. Por suerte, este es el útimo tramo plano del río. A partir de ese punto es más estrecho, 2-3km en general y hasta 500 metros en algunas zonas. Resulta más descansado remar con la ayuda de la corriente y es agradable ver las dos orillas
al mismo tiempo.


Este es el campamento del sexto día.


El Mackenzie no es una buena opción para ver animales. Las orillas están lejos y no tienen mucha vida. El río es muy turbio, con una visibilidad de centímetros. Los mamíferos que vimos con más frecuencia fueron los castores, este nadaba en frente al campamento:


En los tramos lentos de río las orillas son en general pantanosas, no es fácil encontrar terreno sólido para acampar o simplemente estirar las piernas.


Una piedra como la de la foto podía ser la mejor oportunidad para echar una meada y estirar las piernas en muchos km.



El séptimo día remamos 70 km, el río todavía empujaba poco y se nos hizo largo. Pero acampamos en un sitio estupendo. En la desembocadura del rio Trout encontramos lo que parecía ser un alojamiento para pescadores con varias cabañas cerradas, sin mosquitos y unos bancos estupendos para preparar la cena. Comimos pescado fresco por primera y última vez en el viaje.


Dos días más tarde llegamos a Fort Simpson. Unas horas antes de llegar al pueblo nos sorprendió una tormenta. Conseguimos refugiarnos en la orilla a tiempo y en cuanto la lluvia nos dio un respiro embarcamos de nuevo, con la firme intención de llegar a tiempo al pueblo para montar el campamento en seco. Fort Simson está situado en al norte de la desembocadura del río Liard, por los que los últimos km antes de llegar al pueblo se está más expuesto al viento. Vemos que a nuestras espaldas se aproxima una tormenta así que decidimos apurar, intentar llegar al tierra antes de que nos alcance. Ya llegando a la orilla vemos un coche que nos da las luces. Nos aproximamos tanto como podemos y el conductor nos dice que nos ofrece un sitio para acampar. Se apiadó de nosotros al vernos llegar con la tormenta a nuestras espaldas mientra paseaba su perro más arriba, así que se fue a buscar el coche para esperarnos a cubierto y ofrecernos refugio. La hospitalidad y amabilidad ha sido una constante durante todo el viaje. Me dice que siga por la orilla 2 km hasta ver el tercer avión y que desembarque allí. Sigo río abajo y pienso para mí que desde el río no voy a poder ver los aviones, ya que la orilla está unos 5 m más alta. Pero me equivoco, los aviones son perfectamente visibles desde el agua (la foto es del día siguiente, después de la tormenta):


Desembarcamos y empezamos a llevar el material de acampada hasta el aeropuerto de nuestro anfitrión. Parece ser que el aeropuerto le pueblo le quedaba a desmano, así que se ha hecho una pista al lado de casa. Se dedica a traer gente desde Yellowknife en aviones convencionales y después llevarlos en hidroavión ha bajar el Nahani en canoa. Las empresas que organizan estos viajes tienen almacenes de material al lado de la pista y nos dejan dormir dentro y usar las duchas. Todo un detalle, no solo por protegernos de la tormenta, también por poder dormir una noche a oscuras.

Al día siguiente compramos provisiones, que tienen que alcanzarnos hasta Tulita, unos 500km río abajo.

Añado una note para Iurde. Las guías de la empresa Blackfeather eran tres jovencitas de aspecto muy saludable que se llamaban Emily (las tres!). Se alojaban en otro edificio.


El día  décimo primero acampamos en Turning Point, aquí el río gira al norte lo cual significa que a a partir de ahora el viento de cara será más frecuente.


Este viene siendo el campamento habitual. La mayor parte de los días son secos, así que no montamos el doble techo, simplemente el interior para protegernos de los mosquitos. La leña es abundante.


Curiosamente, justo ahora que vamos dirección norte nos encontramos con viento de cola. Así que colocamos los 3 kayaks en paralelo y usamos el protector de suelo de la tienda pequeña como vela. El timón del kayak central es suficiente para mantener la dirección.  

Al final de nuestro primer día de vela acampamos en Rocky Island, aguas abajo de Wrigley. Es efectivamente una isla rocosa, pero hay varias zonas de arena cómodas para acampar y un montón de leña traída por el río. Uno de mis compañeros sale a la búsqueda de fósiles. Yo soy incapaz de verlos hasta que me los señala, pero los hay a puñados:


Aprovecho la abundancia de material para escoger un tronco y empezar a hacer una pala:


Nuestro segundo (y último) día de vela resulta aún más provechoso. 90 km sin remar. Nuestro campamento número 15 está al sur de la desembocadura del río Redstone. Según el biólogo del grupo es un buen lugar para observar fauna, así que salimos a dar un paseo después de cenar. Vemos lo que parece un coyote, un castor y huellas de oso.  


Durante los días siguientes se muere definitivamente uno de nuestros filtros. La agua del Mackenzie contiene mucha materia en suspensión. Mi plan era dejar decantar el agua luego filtrarla. Pero no ha sido una buena idea, nos queda un solo filtro así que tendremos que conseguir agua en los pueblos y buscar afluentes con agua limpia para alargar su vida todo lo posible.

El día 18 acampamos a los pies de la  Great Bear Rock, junto a la desembocadura del Great Bear River. Al otro lado de dicho río está el pueblo de Tulita, donde aprovechamos para comprar provisiones.



5 de julio y todavía tenemos hielo en el río. No nos sorprende teniendo en cuenta que hace un mes el lago del que partimos, mucho más al sur, estaba helado. Además nos acercamos a zonas de permafrost.


Con un paisano de Lugo de 6 pies en la foto se aprecia mejor el espesor.


Sigo trabajando en la pala y probándola. Nunca había usado una pala de este tipo, me sorprende lo fácil que es improvisar una pala sin necesidad de muchas herramientas ni material especial. Por otro lado, las virutas y astillas produce un combustible estupendo para el hornillo Biolite.. Lo que veis en el suelo es más que suficiente para cena y desayuno de dos días, pese a que usamos alimentos que exigen largos tiempos de cocción.


Durante nuestro vigésimo tercero día de viaje llegamos a los Ramparts, una de las zonas más bonitas del río.


Con 500 metros de anchura y paredes verticales a ambos lados el agua toma mucha más velocidad.


A la salida de los Ramparts está Fort Goodhope, donde dormimos y compramos provisiones.


Al día siguiente acampamos junto a esta cabaña, en la desembocadura del río Loon. Aquí nos encontramos con dos policías jubilados escoceses. Están bajando el Mackenzie desde Fort Provicence hasta Inuvik en canoa, sin prácticamente experiencia previa. Esto os da idea de lo asequible que es el viaje. Como ellos van en canoa pueden llevar mucho más material que nosotros en los kayak. En vez de usar filtro para el agua, llevan un bidón enorme que rellenan en los pueblos.  Aprovechando las 24 horas diarias de sol empiezan a remar a de madrugada, evitando la parte más
calurosa del día.


A partir de ese campamento decido it por mi cuenta. Mi kayak es mucho más rápido que los de mi compañeros, así que puedo hacer los tramos entre pueblos con el agua que llevo en el barco. Eso permite reducir la carga sobre el único filtro que nos queda. Y aprovecho para viajar a mi aire.


Cuatro días más tarde llego a Tsiigehchic-  Cuando me acerco a la orilla para buscar un punto donde desembarcar me encuentro con dos águilas. Nunca había estado tan cerca de un águila viva y me impresiona el tamaño.


Acampo para esperar a mis compañeros. Aprovecho para pasear por la zona, así como reponer agua y proviciones.


Vista de la desembocadura del río Artic Red. En la orilla norte esta la carretera Dempster, único acceso rodado al norte de los Territorios del Noroeste. Al sur está el pueblo y al este del río la carretera continúa hacia Inuvik. Así que el ferry hace 3 paradas por viaje.


La tienda del pueblo, foto típica de turista.


Justo al lado de la zona en que acampo una familia seca pescado, esa es la razón de la abundante presencia de aves.






Este es el aspecto de una urbanización aquí arriba.


Aquí secan y venden pescado. Muy, muy bueno. Les pregunté si los osos eran un problema, me preocupaba acampar al lado de una fuente intensiva de por el olor  a pescado. Me dijeron que de vez en cuando alguno se acerca. Lo cortan en tiras y lo secan igual que el pescado.


Una pista sale del pueblo hacia el sur, no es muy larga pero sienta estupendamente el estirar las piernas tras tanto tiempo sentado en el kayak.


En cuanto llegan mis compañeros me pongo en marcha de nuevo. Es jueves y quiero llegar a Inuvik a tiempo de recoger el coche antes de que la terminal cierre del fin de semana. Me adelanto aprovechando que he descansado varios días. Con las 24 horas diarias del luz es fácil cambiar de horarios y remar de noche para llegar a tiempo.

Unos kilómetros aguas abajo del pueblo el río se divide y entro en el delta del Mackenzie. El paisaje es ahora mucho más bonito. Sigo el canal este, que tiene una anchura de 100-200 metros.


Esta foto está tomada a las 2 de la mañana. Se puede ver un “falso sol”, fenómeno habitual a estas latitudes.

Llego a Inuvik a tiempo, el viernes al mediodía. Pero me dicen que el coche aún no ha llegado, que vuelva el lunes, cuando tienen prevista la llegada de otro barco. No necesitamos el coche aún, todavía tenemos que ir hasta Tuktoyaktuk y volver. Pero nos interesa dejar parte del material que ya no necesitaremos en el coche para viajar más ligeros. Por otro lado, mis compañeros no han tenido descanso, así que el sábado los recibo con fanta de naranja, una bolsa de patatas fritas y decidimos esperar en Inuvik hasta el lunes. Aprovechamos para visitar el muso local.


Una piel de castor estirada en un bastidor me recuerda una anécdota que nos contó un Bob en Hay River. En una excursión con sus alumnos del colegio visitaron una cabaña donde secaban pieles. Los niños nativos se reían de los no nativos por su incapacidad para identificar los animales a los que correspondía cada piel. Bob tenía en casa una piel de canguro, con su enorme cola, así que la llevó al colegio al día siguiente y pregunto a sus alumnos nativos si podían identificarla. La examinaron durante un tiempo y la respuesta fue “No sabemos que es. Pero sea lo que sea, la han estirado mal.”

La verdad es que si no es fácil identificar animales a partir de sus pellejos estirados, yo no habría sabido que esto es un castor si no lo hubiese visto antes.


Una pala de abeto, supongo que para la nieve.


Taladro


Ulus, kit de costura, raspador y azuela.


El kit de costura más en detalle


Flotador de estómago de beluga


Artesanía en asta


Impresionante la dura vida de los nativos. Los barcos de piel de alce no podía estar demasiado tiempo en el agua, se saturaban. Pero tampoco fuera, se secaban demasiado.


Dibujo jugando con la longitud de los pelos.


Puntas de arpón


El lunes visitamos de nuevo la terminal de NTCL nos dicen que el coche no ha llegado, pero nos damos un paseo por el almacén y allí está. Parece ser que han perdido los papeles, pero como tengo la documentación del coche me dejan llevármelo. Así que por fin salgo río abajo hacia Tuk.

A lo largo del río es frecuente el encontrarse con cabañas a las que solamente se accede desde el propio río. Por lo que me han contado, los nativos tienen libertad para construir donde quieran.


Mi primer campamento en la tundra. Disfruté como un enano.




Y por fin la llegada a Tuktoyaktuk, día 40. Nada más llegar me saluda una señora desde la orilla, Maureen. Me pregunta si vengo del río y me invita a acampar al lado de su casa y usar su baño (supongo que incluso a 20 metros se notaba el olor). Me dice que se tiene que ir, pero que deja la casa abierta y que me ponga cómodo. Me llama la atención que insiste en que no me va a cobrar nada, entiendo el porqué cuando veo el cartel, es un B&B. Como ya os he dicho la hospitalidad y amabilidad has sido una constante durante todo el viaje. Durante 5 días me invitaron a desayunar y cenar con su familia cada día. Mis compañeros llegaron el día 42, por lo que a partir de entonces eramos 3 los invitados.


El pueblo de Tuk es un asentamiento permanente creado por el gobierno al principio del siglo XX para reunir a distintos grupos inuit. Durante la guerra fría se instalaron aquí las antenas que veis, para un sistema de detección de misiles, creo


Cuando se creo el pueblo, el barco que veis a la derecha se empleaba para recoger a los alumnos y llevarlos a la escuela. Hoy en día emplean el típico autobús amarillo.


Adosados


Me ha impresionado la cantidad de leña de que disponen, teniendo en cuenta que están por encima de la línea de árboles. Mientras esperaba con mis compañeros, tuve ocasión de salir a recoger leña con un amigo de Maureen. Es curioso el conocimiento que tienen de los árboles teniendo en cuenta que muchos de ellos nunca han visto uno vivo. Este individuo en concreto reconocía el abedul por su nombre, recogía toda la corteza que encontraba. Pero el resto los identificaba según su uso: madera para construir, leña para quemar.

Un armazón de kayak en el aeropuerto de tuk
Es desolador pensar que ya nadie hace o usa kayaks en Tuk, pese a lo que fueron en su momento los kayak de esta zona. Lo mismo para tiro de perros y trineos.

La llegada de mis compañeros de viaje


Tres días más tarde conseguimos transporte. Un barco nos llevará, junta a los dos kayak que tenemos que devolver, hasta Inuvik.


De camino paramos en un campamento de pescadores a recoger las canoas de otro grupo. Este tipo de tienda de lona de algodón es habitual aquí.


Carne de beluga


Cortando el pescado en tiras para secar.


El barco...


y una vista del delta desde las Cariboo Hills


Llegamos a Invuik a medianoche. Dormimos unas horas y salimos a toda prisa. Mis compañeros tienen que coger un avión en Calgary, a 3500km. Aqui estamos esperando el ferry para cruzar el Mackenzie y seguir por la Dempster.


La Dempster Highway es una carretera sin asfaltar de unos 740 km que conecta la Alaska Highway cerca de Dawson City con Inuvik. Es una ruta popular para moteros, pero solamente hay dos gasolineras y 2 pueblos en el camino. Es necesaria una autonomía de 500km para poder hacer el viaje. Algunos moteros se toman muy en serio esto de la autonomía.


Paisaje de tundra




El único oso grizzly que vimos durante este viaje


Ya de vuelta al sur de la línea de árboles.


Y por fin de vuelta al asfalto

Ya junto al río Yukon, el famoso rápido Five Fingers


Una manada de bisontes en la carretera al norte de la Columbia Británica


Y en nuestra primera noche en dos meses, una aurora boreal.


La última acampada


El norte de la Columbia Británica, como el resto de la provincia, es espectacular. Esta es Folded Mountain, con unos pliegues espectaculares.






Y el resto es vuelta a casa, cena en un japonés,....

Menudo curro te has dado a subir fotos,me ha encantado el reportaje,
Gracias por compartirlo.

Precioso!!! Muchas gracias Amedio!

Molaaaaaa!!!

Maravillosa crónica y viaje. Ah, como me hubiese gustado estar ahí. Un aventurón de los de recordar. Gracias por tu esfuerzo al mostrarnos toda esa belleza.

Ahora estoy en el trabajo y no he podido más que echar un ligero vistazo a las fotos… Estoy deseando llegar a casa para poder sumergirme en esta maravilla como se merece... Aun así, no puedo dejar de agradecerte que te tomes la molestia de compartir esta aventura con nosotros. 
¡¡¡MIL GRACIAS Amedio!!! me has alegrado la tarde. 

Amedio vaya pedazo de viaje!! Menudo país, Canadá...
Muy buena crónica.
Muchas gracias por compartir!    

Que pedazo reportaje Amedio. Buaah! Se me ponen los pelos de punta.
¡Quien estuviera ahí!
Gracias Amedio por darme tanta envidia.   

Gracias por vuestra paciencia con el ladrillo.

Espectacular,tanto el viaje en si como el trabajo de realizar la crónica y eso que a mi lo de estar a remojo y remando no me llama la atención.

gracias por tus fotos y relato, hermosos paisajes.

Bghmfblamnfghaaahhhh. Perdón, se me llenó la boca de baba y no se entendió lo que quería decir. Tremendo viaje, buenas anécdotas y maravillosas fotos. Ahora me da vergüenza poner las fotos de mi remada de apenas 6 días por el río Negro.
Gracias por tomarte el trabajo de compartir estas imágenes y el relato que las acompaña, Amedio.
Saludos.

Fedepythecus escribió:

... Ahora me da vergüenza poner las fotos de mi remada de apenas 6 días por el río Negro.

Nada de vergüenza, queremos fotos!!!