Cuando uno piensa en una caña para pescar tiende siempre a verse, bien en una ribera caña en mano, bien habiendo hecho con ella un arpón o "tridente", pero hace bastantes años, un documental del nathional geographyc descubrió una nueva y fascinante forma de pescar con caña.
En el documental se veía a un oriental caminando cargado con un cesto y una buena brazada de largas y finas cañas, presumiblemente de bambú.
LLegaba a la orilla de un lago y comenzaba a plantar las cañas con un sedal anudado a su extremo fino, bien clavadas en vertical en el suelo y separadas unas de otras y del agua por una decena de pasos o así.
Luego tensando de sedal las curvaba en dirección al agua, clavaba en diagonal una estaquilla y anudaba a la estaquilla el sedal, cómo supe más tarde, con un nudo de lazo evadido.
Tomaba cada línea, la cebaba y, girándola, la lanzaba a mano lo más extendída posible.
Luego el buen hombre cogía su cesto y se iba a recolectar algo, no recuerdo bien que y, a las tantas horas, regresaba.... y en cada caña ya descurvada le esperaba un pez que, al clavarse en el anzuelo, había soltado el nudo, dejando que la caña, cómo un resorte, realizara "la clavada" y luego le retuviera ahí enganchado dada su flexibilidad.
Por otro lado...
¿Nunca os habéis cortado con una caña rajada?
Si el rajado es bueno (y puede llegar a ser muy "bueno" si buscáis que raje de una forma dada y lo propiciáis) son cómo auténticos bisturíes frente a la carne blanda.
Bien, pues un par de rajadas de caña clavadas en el suelo en diagonal respecto al sentido de marcha, formando una "V" apuntada a ese sentido y que se cruzan en esa dirección de la macha, con los "filos" vueltos para la cara interior son algo que fácilmente degolllará al animal que pase por ahí.