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| artículo en inglés | |
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Pumuki Australopithecus
Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 16/10/2014
| Tema: artículo en inglés Mar 10 Mar 2015, 16:32 | |
| No he tenido tiempo de leerme con detalle los temas publicados en este apartado. No obstante, creo que el artículo que traigo no está publicado en el foro. Yo estoy muy interesado en el tema de la crianza natural (o biológica, o con apego, o autorregulada, hay diferentes acepciones), y hace mucho que traduje un artículo sobre la forma de criar de las culturas cazadoras-recolectoras, las cuales nos pueden inspirar sobre las formas originarias de conducta del homo sapiens. Esta es la URL del original en inglés, pero en el siguiente post os pego mi traducción al castellano. http://www.naturalchild.org/guest/melvin_konner.html |
| | | Pumuki Australopithecus
Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 16/10/2014
| Tema: traducción al castellano del articulo anterior Mar 10 Mar 2015, 16:34 | |
| En las culturas de cazadores-recolectores, un rasgo clave del cuidado de los bebés y niños es la proximidad entre la madre y el hijo. La pauta general es el contacto íntimo, y tanto las necesidades de dependencia como las más simples demandas son satisfechas habitualmente. Este patrón ha sido profundamente estudiado en los ¡kung San más que en cualquier otro grupo de cazadores-recolectores. Entre los ¡kung San, los niños pequeños están en contacto físico con alguien (casi siempre la madre), como mínimo el 90% del tiempo diario durante los primeros meses de vida, y este porcentaje baja al 25% al rededor de los 18 meses. Es contacto directo piel con piel, con la sensación térmica y estimulación que conlleva. Niños y bebés duermen en una estera junto a la madre (lo que equivale a colechar), con el padre a menudo cerca. El llanto infantil no es considerado como un defecto o una condición sicológica negativa, si no un hecho propio de la infancia. Tras leerle la recomendación del Dr. Spock, de corregir a un niño que llora para que le cojan en brazos, una mujer ¡kung dijo: “sólo es un niño, ¿qué pasa porque llore? Aún no entiende las cosas, así que hay que cogerle. Más tarde, cuando crezca, comprenderá las cosas, y no llorará”. Esta actitud describe a la perfección las teorías ¡kung sobre el desarrollo de los niños: no puedes acelerarlo; ellos van por pasos, y tú debes responder con inmediatez a sus necesidades de dependencia, porque sería equivocado no hacerlo (una forma de negligencia o abuso infantil). La práctica norteamericana de dejar llorar al niño les parece aborrecible. Tras cronometrarles, se puede comprobar que los ¡kung responden al llanto infantil con una media de 6 segundos. Presumen de satisfacer las necesidades del niño antes de que empiece a llorar. Por ejemplo: se suelen anticipar con éxito cuando el bebé está a punto de orinar o defecar, y lo extraen de su tela de porteo. Incluso los actos de agresividad de los niños son permitidos (pegar a su madre con un palo, por ejemplo), con el argumento de que se trata de una fase. Sobre sus vecinos, miembros de una cultura de pastores, que son menos permisivos, los ¡kung dicen: “no les gustan los niños”. Todo esto sobre los ¡kung San del Kalahari, pero ¿ qué sucede en otros grupo de cazadores-recolectores, o en otras culturas de tecnología preindustrial? La norma del contacto físico, como la de la lactancia prolongada, parece ser general. El porteo más o menos constante de los niños sobre el cuerpo de la madre es característico de cazadores-recolectores tan separados entre sí como los pigmeos del Zaire, los siriono del Amazonas, los paliyan de la India, los yagan de Patagonia, los esquimales y los aborígenes australianos. Entre los ache del Paraguay, la norma del contacto madre-hijo es aún más intensiva que entre los ¡kung San. Se ha establecido que casi todos los pueblos preindustriales de climas cálidos, tienden a usar sistemas de porteo que les permite el contacto físico con sus hijos. Al saber que la mayor parte de la evolución humana se dio en climas cálidos, pensamos que nuestros antepasados practicaron el contacto íntimo entre la madre y el hijo. Pero, hasta los cazadores de climas fríos como los esquimales y yagan, mantienen semejante contacto, lo que sugiere que la pauta es general entre los cazadores-recolectores, independientemente de la temperatura. Entre los esquimales, por ejemplo, la parka de la madre se corta más ancha que la de los hombres, para que un niño pueda instalarse dentro, desnudo excepto la cabeza, en una bolsa oculta sobre la espalda desnuda de la madre. ¿Y el colecho? También ha sido estudiado con detalle en diferentes culturas. La proximidad entre madre e hijo es la regla, no la excepción. En un estudio de 90 sociedades preindustriales, en el cual se midió la distancia de separación durante el sueño, en el 46% la madre y el niño dormían en la misma cama; el 33% dormían en la mismas habitación (sin especificar si compartían o no el lecho); y el 21% dormían en la misma habitación pero en camas separadas. No se encontró ninguna sociedad en la cual la madre y el niño durmiesen en habitaciones separadas, ni siquiera en aquellas sociedades que disponían de viviendas de varias habitaciones; esto parece ser una invención de la sociedad europea. Podríamos pensar que esta costumbre estaba determinada por el espacio habitable, pero en un estudio estadounidense, se descubrió que algunos hogares de clase trabajadora, con muchas habitaciones, conservaban a sus niños en la habitación de las madres, mientras que en algunos hogares de las clases “profesionales”, pequeños apartamentos, hacían dormir a sus niños en la cocina para evitar compartir el dormitorio. Aunque hay culturas tradicionales con casas de una sola habitación, que no comparten el lecho con niños, la mitad de ellas, o más, lo hacen. Y, en cualquier caso y sea cual sea la razón argumentada para colechar, los beneficios para el bebé son los mismos. Así que la pauta de proximidad madre-niño de los ¡kung San (contacto estrecho constante) es una característica común de los cazadores-recolectores, y en menor medida, de otras sociedades tradicionales, y se puede deducir que fue la pauta seguida por nuestros antepasado del Paleolítico. Considerando la evolución de nuestra especie, no es difícil comprender por qué. El cuidado materno intenso de los menores no fue inventado por los mamíferos, pero fue una de las características evolutivas de las criaturas de sangre caliente. En la época en que nuestros antepasados cercanos, los grandes primates, aparecieron, esta conducta había sido refinada hasta un grado exquisito. Toda especie conocida de mono o simio, sin excepción, mantiene contacto estrecho madre-hijo continuo, que decrece conforme la cría adquiere independencia. Esto es claramente atribuible al hecho de que una cría sola en la naturaleza es presa fácil. Quienes han estudiado monos en su hábitat, han visto a crías ser cazadas por rapaces y serpientes, y esta ha sido una presión constante sobre su evolución, promocionando así los genes de las madres que mantenían contacto estrecho. Con esta base, la extendida pauta de proximidad madre-hijo parece fácil de entender como una adaptación humana fundamental. Aunque la tolerancia a la dependencia es más difícil de investigar, también parece ser una pauta extendida entre cazadores-recolectores. Usando un amplio compendio de datos culturales conocidos con Textor’s Cross-Cultural Summary, es posible mostrar cuántos tipos de sociedades diferentes contemplan esta adaptación, de acuerdo con las descripciones de los etnógrafos que las han estudiado. ¿El resultado? Las sociedades más simples tienen prácticas de crianza más indulgentes que las sociedades más complejas. Al comparar pautas de las sociedades de cazadores-recolectores con otras no industriales, como por ejemplo, la cantidad del daño infligido al niño (como escarificaciones o circuncisiones y otras prácticas), son menores entre los cazadores; la capacidad de respuesta a las demandas infantiles son mayores; la severidad de adiestramiento para el aseo, menor; y la ansiedad de los niños ante la responsabilidad, la obediencia o la independencia, menor también entre los cazadores. Un estudio más profundo, llevado a cabo por dos pediatras, comparó a 10 sociedades de cazadores-recolectores con otras 176 sociedades preindustriales. Sus datos confirman que el contacto íntimo madre-niño, la lactancia prolongada y la respuesta indulgente al llanto infantil, eran más característicos de las sociedades de cazadores-recolectores que de las preindustriales. Los mismos autores compararon las 176 sociedades preindustriales no cazadoras, con la nuestra. A pesar del hecho de que eran menos indulgentes con la dependencia infantil y mantenían un menor contacto madre-niño que las 10 sociedades de cazadores, lo seguían haciendo más que los norteamericanos. Medidas por el contacto corporal, la separación durante el sueño, la respuesta al llanto o la edad de destete, el contacto madre-niño y la tolerancia materna parecen menores en los EEUU que en el resto de las culturas. Este hallazgo apoya el precedente del antropólogo John Writing, que en un trabajo compartido con Irvin Child en 1953, concluyó que las pautas del cuidado de bebés y niños de clase media de Chicago durante los años 40, eran sustancialmente menos tolerantes que otras comparables en una amplia muestra de sociedades preindustriales, incluidas algunas de cazadores-recolectores, excepto en temas de agresividad, en los cuales los ciudadanos de Chicago eran permisivos. En otras palabras, en temas de alimentación, higiene, sexo y pudor, e independencia, los niños sufrían una mayor presión en Chicago que en las otras sociedades. Sólo con la agresividad infantil, estos ciudadanos eran más permisivos. Parecen razonables dos conclusiones: primero, que los cazadores-recolectores son mas indulgentes con las necesidades infantiles que otros tipos de sociedades preindustriales, y segundo, que a pesar de una enorme variación, esas sociedades tienden a ser menos estrictas con los niños y bebés, y más atentos que nosotros. Esta conclusión confirma observaciones previas en relación con la intensidad y duración de la lactancia y la cantidad de contacto madre-niño. Por todo ello, podemos concluir que durante la mayor parte de Paleolítico, nuestros antepasados más recientes cumplieron las mismas pautas de nuestros antepasados primates en la relación madre-hijo, pautas que proceden no sólo de hace millones si no decenas de millones de años. |
| | | iurde Homo sapiens sapiens
Mensajes : 7249 Fecha de inscripción : 17/11/2010 Edad : 65 Localización : Las verdes colinas de Cantabria
| Tema: Re: artículo en inglés Miér 11 Mar 2015, 11:00 | |
| Muy buena traducción, salvo por un pequeño detalle, que quizá sea error tipográfico: los habitantes del sur árido de África son !kung San, no "ikung". El sonido "!" es característico de las lenguas de estas poblaciones y se lee como un chasquido de la lengua. Y ahora, al contenido. Aun estando de acuerdo con muchas de las afirmaciones del artículo, e incluso con el concepto de cría con apego, el texto es tendencioso. La Etnografía puede aportar ejemplos diferentes de los de los !kung con respecto al colecho, a la lactancia prolongada y a la tolerancia a la rabieta infantil. El que unas sociedades hagan algo, o mantengan unas pautas de conducta con respecto a la educación de las criaturas, no quiere decir que TODAS las culturas de similar estadio evolutivo lo hagan. Depende. La cultura es una adaptación para la superviviencia, y cualquier estudiante de Antropología sabe que si una cultura hace algo, es porque en su entorno y condiciones, es lo que le resulta más rentable a efectos de supervivencia individual y grupal. Sobre todo grupal. Por eso, si algo que vemos en ciertas culturas cazadoras-recolectoras nos mola, no es tan sencillo adoptar esa practica a nuestra vida cotidiana (post industrial, de clima templado) y pensar que va a ser lo mejor para nuestros hijos o para nuestra familia. Piensa que el colecho tambien se da en sociedades en las que la mortalidad infantil temprana es mayor. Y también hay estudios que muestran que se da mayor abundancia de mortalidad súbita del bebé en familias occidentales que practican el colecho. ¿Las causas? No hay aún acuerdo. Hay también sociedades en las que la intolerancia al llanto infantil es absoluta, como entre los cazadores-recolectores de las Grandes Llanuras norteamericanas (Lakota, Cheyenne, Kiowa...). ¿Por qué? Tampoco hay aún acuerdo. No se puede extrapolar un ejemplo, o dos, o cien, como causa total, absoluta y definitiva de nada en lo concerniente a biología ni a educación infantil. Tratar de comprender las causas de una práctica cultural ayuda a colocarla en su justo lugar, y a no sacar conclusiones precipitadas. Y a no idealizar tampoco otras culturas diferentes de la nuestra. Por ejemplo, es habitual que las sociedades cazadoras-recolectoras sean también terriblemente autoritarias e intolerantes con lo que se salga de la norma social, llegando incluso al asesinato o al destierro por un "quítame allá estas pajas". Supongo que esto tiene que ver con la consecuencia de ser más abiertas en otras circunstancias. Por ejemplo, quizá toleren que un infante de corta edad pegue a su madre. Pero seguro que a partir de cierta edad, hay una intolerancia total hacia esas agresiones. Es que si no, los niños y jóvenes ejercerían una tiranía total hacia sus progenitores. Y fíjate cómo es este tipo de sociedades, sin embargo, hay una consideración jerárquica muy importante en funcion de la edad. Tambièn es frecuente que los niños de corta edad ni siquiera sean considerados personas. Hasta pasados uno, dos e incluso tres años, no reciben un nombre y no son miembros de pleno derecho del grupo. Coincide con la superación de la fase más crítica de supervivencia infantil. Es, en efecto, entre el nacimiento y los tres años, cuando se producen la mayoría de muertes tempranas. El grupo (y, por ende, sus miembros, incluyendo a sus progenitores) se defiende no asignando la condición de miembro, de ser humano, a los infantes hasta que son relativamente capaces de valerse por sí mismos y sobrevivir. Así, si muere un bebé, no se entristecen tanto, porque aún no era "de los nuestros". Por otro lado, las condiciones de lactancia prolongada, colecho y tolerancia al llanto y a las demandas permanentes de atención por parte de los bebés serían inviables en una sociedad post-industrial en la que las mujeres trabajan fuera del hogar, y reivindican su papel como productoras en igualdad de condiciones con respecto a los hombres. No creo que nadie a estas alturas niegue a las mujeres su derecho a incorporarse plenamente a la vida laboral en igual de condiciones... Pues bien, una mujer que trabaje fuera del hogar, sencillamente no podría soportar el colecho, la lactancia prolongada ni la atención permanente al bebé. Estaría agotada. ¿Se va entendiendo por qué cada sociedad adopta prácticas diferentes con respecto al cuidado de los infantes? En general, en nuestras sociedades postindustriales, la gente tiene menos tiempo. Incluso los peques. Por eso nos hemos ido inventando tabúes culturales para poder sobrevivir. Por ejemplo: "No interrumpas, que estamos hablando". Si aceptásemos las constantes interrupciones de nuestros hijos cuando estamos hablando los adultos, sería muy difícil tomar decisiones, ponernos de acuerdo y conseguir hacer nada. Por eso les enseñamos a esperar su turno, a saber que no siempre la satisfacción es inmediata y les enseñamos a soportar la frustración. Para que puedan sobrevivir en un mundo que NO es ideal, pero es el nuestro. Hay un libro muy interesante sobre la educación de los niños en Francia, que no está traducido al castellano, pero el original inglés se llaman "French children do not throw food", de Pamela Druckerman: http://www.pameladruckerman.com/books/french-children-dont-throw-food/Una crítica: http://www.theguardian.com/books/2012/jan/20/french-children-food-pamela-druckermanY en amazon: http://www.amazon.co.uk/French-Children-Dont-Throw-Food/dp/0552779172Es una desternillante historia del choque cultural entre las ideas preconcebidas de una periodista norteamericana, judía, de clase media, sobre la crianza materna y la educación infantil; y la realidad parisina (francesa, en general) en la que los niños duermen de un tirón toda la noche, no lloran si no es por algo grave, no interrumpen a los adultos, comen verduras sin rechistar y son capaces de jugar y entretenerse ellos solos sin necesidad de reclamar la atención de sus padres constantemente. Y no se quejan de "¡Me aburro!". Y sin embargo, la francesa no es una sociedad particularmente neurótica, así que algo bueno parece tener también el sistema francés de educar a sus hijxs... Una pista: "the frame" (el marco). Los adultos establecen un marco, del que no se debe salir. Dentro de ese marco, la libertad es absoluta. Pero hay un marco de referencia. Revisable, sobre todo en funciòn de la edad. Pero hay un marco. Como tambien lo tienen los !kung. Sinceramente, entre la cultura !kung, y la francesa, ¿cuál es más cercana a la nuestra? ¿De cuál podríamos aprender e incorporar más fácilmente ciertas prácticas educativas? Ahí lo dejo. |
| | | Pumuki Australopithecus
Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 16/10/2014
| Tema: Re: artículo en inglés Miér 11 Mar 2015, 15:49 | |
| Hola, Iurde. Siento mucho que mi publicación se haya tomado como una defensa de un sistema de crianza. No era mi intención, sólo quería compartir (y en su caso debatir) temas de antropología. Los debates sobre métodos de crianza cuestionan lo que hicieron nuestros padres con nosotros, cuestionan lo que nosotros hacemos con nuestros hijos, cuestionan nuestra salud mental, y cuestionan nuestra cultura. Son temas muy sensibles que levantan ampollas. Estoy dispuesto a debatirlos, pero en otros foros. Sin embargo, algunas afirmaciones tuyas no pueden quedar sin respuesta, aunque sea en honor a la diversidad de opiniones. De ninguna manera propongo adoptar ninguna práctica concreta de ninguna cultura (y menos “porque me mole”). Sin embargo, sí creo que conocer las prácticas de diferentes culturas, y reflexionar sobre lo que el registro arqueológico nos muestra, así como estudiar el desarrollo fisiológico y sicológico de nuestras crías, nos ayuda a saber más de nosotros mismos. Y entonces podemos “hacer algo” con ese conocimiento (esto puede ser a nivel individual o a nivel colectivo, pero eso ya es política). Por ejemplo, si alguien cree que los resultados de alimentar con biberón son los mismos que alimentar con teta, no será libre a la hora de elegir. Podrá elegir con verdadera libertad, cuando conozca con detalle los resultados de ambas prácticas. Sobre la muerte súbita del bebé, lo que yo conozco dice lo contrario: disminuye con el colecho. Lo que supongo que aumenta es la muerte por asfixia. Por ello se proponen ciertas recomendaciones de seguridad para el colecho, y se aconseja que ciertas personas no lo practiquen. Yo este tema lo estudié hace demasiado tiempo, pero recuerdo que en Japón la muerte súbita aumentó tras reducirse el colecho, y se redujo al recuperarlo. ¿Qué significa la frase “no hay aún acuerdo”? ¿Quién tiene que acordar qué, para que yo crea qué cosa? Yo no espero que haya acuerdo. Intento analizar los estudios a los que consigo acceder y sacar mis conclusiones. Tampoco hay acuerdo en si la evolución avanza a saltos o progresivamente. Eso de “no hay aún acuerdo” me suena igual que “no está demostrado que el cambio climático tenga un origen humano”. Dios me libre de negar a las mujeres el derecho a incorporarse al mercado de trabajo en igualdad de condiciones que los hombres. Mi postura sobre los derechos de las mujeres, su autonomía sobre su vida reproductiva y sexual, y sobre su cuerpo, quizá sea aún más extremista que el de la mayoría de las propias mujeres (a favor de mayor autonomía y mayores derechos, que quede claro). Y eso es perfectamente compatible con divulgar estudios sobre antropología, biología, o desarrollo infantil. Para mí, no se trata de encerrar a las mujeres a dar teta en casa; se trata de que sepamos las diferencias entre la teta y el biberón, y luego que cada uno (o a lo mejor cada una, sin interferencias de NADIE), haga lo que le parezca mejor. Aparte de esto, soy testigo directo de mujeres que han compatibilizado el trabajo, el colecho y la teta. Tú reconoces que los métodos de crianza son adaptaciones al medio para la supervivencia. Es decir, no están diseñados porque sean lo mejor para el desarrollo de los niños. En nuestra cultura, también lo que hacemos con los niños es una adaptación a nuestro sistema productivo. No está diseñado porque sea lo mejor para ellos. Pero no está de más que nos preguntemos, por encima de los intereses del sistema productivo: ¿qué sería lo mejor para el desarrollo de los niños? Y para responder a esa pregunta, habría que estudiar a los mamíferos, a los primates, a los pueblos cazadores, habría que estudiar el cerebro humano, la neurología del desarrollo, la biología de nuestra especie, la sicología, etc. Y luego, decidir qué hacemos con ese conocimiento. Algo extremadamente útil sería poder saber cómo era la etología del Homo Sapiens en su origen. Es muy difícil asegurar que fue así o asá, pero es inevitable y bueno que lo investiguemos. Para mí está claro que la conducta originaria de nuestra especie, está alterada por la cultura (un mecanismo que permite cambiar la conducta de una especie sin modificar sus genes). La cultura permite a los grupos humanos adaptarse a diferentes ecosistemas sin necesidad de mutar. El homo sapiens nació en la sabana africana, y su conducta originaria, seleccionada por la evolución, estaba adaptada a ese ecosistema y a la caza. Para salir de África, los grupos humanos tuvieron que modificar su conducta originaria, aun permaneciendo cazadores. Pero aún más tuvieron que cambiarla para adaptarse a la agricultura. Por tanto, la cultura que los europeos hemos podido estudiar, más parecida a la etología original de nuestra especie, es la de los grupos San de África. No digo que sean una réplica de lo que fuimos; sólo lo más parecido a lo que tenemos acceso. Respecto a libros, recomiendo la lectura de este: http://www.casadellibro.com/libro-nuestros-hijos-y-nosotros/9789501520187/685466Es neutral, no pretende convencer de nada, sólo te cuenta los estudios sobre desarrollo infantil y sobre antropología de las últimas décadas. Lo mejor son sus descripciones de crianza en diferentes culturas, y sobre todo, cómo nuestras creencias sobre el mejor modo de criar, son, sobre todo, culturales. Y así llegamos a la última parte de mi respuesta: pertenecemos a una cultura. ¿Y qué significa esto? Que nuestra mente está “aculturada”. Y eso no es malo en sí. Lo que pasa, es que si no hacemos consciente este hecho, esa influencia cultural mediatizará nuestra visión de la realidad. Así que, al menos mientras estamos reflexionando, mientras estamos investigando un fenómeno, conviene hacer consciente ese “aculturamiento” y dejarlo a un lado. Y para terminar: Yo no enseño a mi hija a espera su turno. Es un miembro más de nuestra tribu, con el mismo valor y utilidad que los adultos. Y no nos dificulta tomar decisiones. Con todo mi respeto. Un saludo. |
| | | iurde Homo sapiens sapiens
Mensajes : 7249 Fecha de inscripción : 17/11/2010 Edad : 65 Localización : Las verdes colinas de Cantabria
| Tema: Re: artículo en inglés Miér 11 Mar 2015, 20:51 | |
| REspeto tenemos siempre en este foro, por más que nos lancemos puyazos de vez en cuando. Pero no es el caso. A ver, yo no defiendo ni creo que tú defiendas ni un sistema de crianza, ni nada. Sencillamente analicé el contenido del artículo, estupendamente traducido, por cierto. Lo que quieiro decir en mi respuesta, básicamente, es que ya no somos homínidos, ni siquiera miembros de una comunidad humana de cazadores-recolectores. Es, por lo tanto, difícil extrapolar experiencias de sociedades alejadas de las nuestras y tratar de adaptarlas a nuestra forma de vida, porque son fenómenos distintos en contextos distintos. Y los fenómenos sociales tienen sentido en el contexto en el que se desarrollan. Más cosas. Lo que quiero decir con "No hay aún acuerdo", es que hay bibliografía que afirma una cosa, y tanta que afirma lo contrario. Por lo tanto no hay aún acuerdo científico acerca de las ventajas o los inconvenientes del colecho en sociedades occidentales. Yo soy testigo también de casos de mujeres absolutamente desbordadas por las autoimposiciones de crianza con un determinado estilo, a pesar del apoyo de sus compañeros y otros miembros de su familia. Por eso digo que hay ejemplos de una cosa, y de lo contrario. Cada cual, que elija, dentro de sus posibilidades.
No podemos orientarnos, para la crianza de nuestrxs peques, sobre lo que hacía o pensamos que hacía la Humanidad prehistórica, pensando que eso es lo natural y connatural a nuestra especie. Porque ya no somos la misma especie. Sí lo somos en términos taxonómicos y biológicos, claro, pero no vivimos bajo las mismas condiciones. No estamos aculturados de ninguna manera. Al contrario. Es imposible no tener cultura. Es como lo de los nacionalismos (me meto en terreno resbaladizo...) : quien pertenece a una cultura o una nación dominante no cree pertenecer a nada, porque considera que lo suyo "es lo natural". Por eso hay tanto español que no es consciente de ejercer un nacionalismo españolista. Si perteneciese a alguna cultura periférica... vería las cosas de otra manera. O el aire. Porque no lo veamos, o lo olamos, no quiere decir que no exista. Que me lo digan a mí si existe, cuando voy en bici a contraviento... Pues con la cultura pasa igual. Y somos occidentales postindustriales, en sentido amplio.
Tú eres libre de enseñar o no enseñar a tu hija lo que consideres oportuno. Pero en todas las tribus, en todas las culturas, los peques tienen un papel diferente del de los adultos. Y eso sí que es natural y universal. Si tu hija no os interrumpe, o sus interrupciones no os irritan ni molestan, ni os estorban en la toma de decisiones y en vuestras conversaciones, enhorabuena. Yo no tuve tanta suerte, y los peques de mi entorno aprendieron a respetar los tiempos y los espacios de los adultos, como nosotros respetamos los suyos.
En el libro de Pamela Druckerman en un momento dado habla de dos modelos básicos de padres: los lechuza, que dejan a sus hijos crecer en paz, pero siempre tienen -a prudente distancia- una mirada vigilante sobre ellos; y los padres helicóptero, que revolotean constantemente sobre sus hijos. En los USA y en España abundan los helicópteros, te lo aseguro.
No conozco a la autora del libro que recomiendas. Si puedo, le echaré un vistazo. No sé si será en la línea del famoso Dr. Spock con el que nos hemos ayudado la gente de mi generación. En Francia, Françoise Dolto es una autora que no falta en ninguna casa de quienes ahora tenemos edad para ser abuelos. Su método se basa en delimitar espacios para cada cual, y respetarlos. El famoso "cadre" o "frame" del que hablaba antes. Y mucho sentido común, claro.
Por último, nos encantaría aprender las ventajas de la crianza a teta sobre la de biberón. No me refiero a las evidentes ventajas biológicas sobre aporte de calostros, anticuerpos, mayor digestibilidad de la leche materna y demás, sino sobre los aspectos psicológicos, que imagino que es a eso a lo que te refieres. Y si no es así, disculpa.
Otra cosa: igual es mejor cambiar el título del hilo, y poner "Crianza materna" en vez de "artículo en inglés", que igual despista a algunxs forerxs. Y estaría bien que hablasen las madres, que en este foro hay unas cuantas... |
| | | Pumuki Australopithecus
Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 16/10/2014
| Tema: Re: artículo en inglés Jue 12 Mar 2015, 13:45 | |
| Muchas gracias, Iurde.
Egoístamente, no estoy interesado en debatir sobre crianza. Mi intención era compartir un artículo antropológico que trata sobre la crianza en otras culturas, especialmente los bosquimanos. Me parece un tema para Paleoforo, como lo sería la fabricación de veneno por esa cultura o sus técnicas líticas (de cuando usaban piedras).
A mí sí me interesa investigar la etología de los primeros seres humanos. Al contrario que tú, estoy convencido de que es imposible escapar a la biología, no sin consecuencias. Y esas consecuencias las quiero conocer para tomar mis decisiones mejor. Pero eso es exclusivamente asunto mío, aunque esté dispuesto a compartir mis conclusiones con quien guste.
Bienvenidas sean las madres, o cualquier otro, a debatir sobre crianza en este hilo. Pero prefiero inhibirme de ello en este blog, cuya utilidad para mí quiero que sea otra. Deseo extraer todo vuestro conocimiento sobre fuego, piedras, palos, huesos, arcos, etc. En otros temas, ya me busco yo la vida.
Gracias de nuevo a todos por vuestra buena disposición.
Un saludo. |
| | | iurde Homo sapiens sapiens
Mensajes : 7249 Fecha de inscripción : 17/11/2010 Edad : 65 Localización : Las verdes colinas de Cantabria
| Tema: Re: artículo en inglés Vie 13 Mar 2015, 01:00 | |
| Un par de cosas: Etología y seres humanos no es viable. La Etología estudia el comportamiento animal. La Antropología y la Psicología estudian el comportamiento humano, en planos diferentes.
Yo también pienso que es imposible escapar a la Biología. Hay mucha más Biología en nuestro comportamiento de lo que a menudo estamos dispuestos a admitir. Pero también hay Cultura. Y hay Cultura también en otras especies animales. El debate entre adquirido-innato sigue abierto. Y no lo vamos a poder cerrar nosotros aquí y ahora. |
| | | Pumuki Australopithecus
Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 16/10/2014
| Tema: Re: artículo en inglés Vie 13 Mar 2015, 10:50 | |
| Extraído de Wikipedia:
"Los seres humanos, también animales, forman parte del campo de estudio de la etología." |
| | | iurde Homo sapiens sapiens
Mensajes : 7249 Fecha de inscripción : 17/11/2010 Edad : 65 Localización : Las verdes colinas de Cantabria
| Tema: Re: artículo en inglés Vie 13 Mar 2015, 11:58 | |
| Tambien de la Wikipedia:La etología (del griego «ηθος» ethos, costumbre, y «λóγος» logos, razonamiento, estudio, ciencia) es la rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en el medio en el que se encuentran.La antropología (del griego ἄνθρωπος anthropos, «hombre (humano)», y λόγος, logos, «conocimiento») es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral. La psicología1 o sicología2 (literalmente «estudio o tratado del alma»; del griego clásico ψυχή, transliterado psykhé, «psique», «alma», «actividad mental», y λογία, logía, «tratado» o «estudio») es una profesión, una disciplina académica y, en términos generales, la ciencia que trata la conducta y los procesos mentales de los individuos, cuyo campo de estudio abarca todos los aspectos de la experiencia humana.La etnología es la ciencia social que estudia y compara los diferentes pueblos y culturas del mundo antiguo y actual. Algunos autores la consideran una disciplina y método de investigación de la antropología. La etnografía (del griego: ethnos (έθνος) - "pueblo, tribu", y grapho (γράφω) - "escribo" ; literalmente "descripción del pueblo") conocida también como ciencia del pueblo, es el estudio sistemático de personas y culturas. La etnografía es un método de investigación que consiste en observar las prácticas culturales de los grupos sociales y poder participar en ellos para así poder contrastar lo que la gente dice y lo que hace. Es una de las herramientas investigativas y algunos autores la consideran incluso como una rama de la antropología social o cultural, en un principio este método se utilizó para analizar a las comunidades aborígenes, actualmente se aplica también al estudio de cualquier grupo que se pretenda conocer mucho mejor.Pero si quieres, podemos cuestionar todas las definiciones académicas, y ponerlo todo patas arriba, al modo deconstructivista y postmoderno... |
| | | Pumuki Australopithecus
Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 16/10/2014
| Tema: Re: artículo en inglés Vie 13 Mar 2015, 12:16 | |
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| | | Pumuki Australopithecus
Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 16/10/2014
| Tema: Re: artículo en inglés Vie 13 Mar 2015, 12:45 | |
| El único etólogo famoso que yo conocía es Konrad Lorenz (médico y zoólogo), por su libro divulgativo “Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros”, también publicado como “El anillo del rey Salomón”. Al final del libro, trata sobre etología aplicada al ser humano.Buscándote enlaces, encontré a este otro etólogo famoso, desconocido para mí, también zoólogo, fundador de la Etología Humana: Irenäus Eibl-Eibesfeldt. Enlace: http://en.wikipedia.org/wiki/Iren%C3%A4us_Eibl-Eibesfeldt Escribió este libro: http://en.wikipedia.org/wiki/Love_and_Hate_(book) ¡No me digas que no es interesante! |
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