No dice gran cosa, y el enlace al original en inglés tampoco explica mucho más.
Pero la etnología comparada muestra que en sociedades cazadoras-recolectoras, aun existiendo la división sexual del trabajo, no se jerarquizan las actividades masculinas sobre las femeninas, ya que la recolección y la captura de pequeños animales (trabajo femenino e infantil) suele constituir la base de la alimentación diaria del grupo.
La caza de grandes presas (trabajo masculino) es motivo de prestigio y celebración porque además de aportar proteína rápida (la carne) , el grupo obtiene pieles, huesos, tendones, grasa y fluidos que sirven para distintos propósitos.
Es decir, que aún existiendo división sexual del trabajo, las actividades de ambos sexos tienen igual consideración social.
Se piensa que la minusvaloración de los aportes femeninos a la economía del grupo humano pudo empezar con el cultivo de cereales, en el que la fuerza física masculina era un aporte esencial para labrar la tierra, y dado que los cereales se convirtieron en la base de la alimentación (trigo, avena o centeno en Europa y Oriente Medio, arroz en Asia, maíz en América, mijo en África...), se empezó a considerar el aporte masculino como superior al femenino, a pesar de que el procesado de los cereales (molienda, amasado, cocido...) era tarea femenina.
La recolección del cereal era mixta, como ha venido siendo en Europa hasta hace apenas 40 años.
Esa supremacía masculina vino acompañada de una necesaria sedentarización (al menos parcial) dado el tiempo de espera entre siembra y recolección del cereal, y por lo tanto, dio origen también a la defensa de la tierra cultivada, que pasó a ser un "medio de producción", y aparece también el concepto de propiedad privada, de clases sociales, de castas sacerdotales y de la jerarquización de los hombres por encima de las mujeres.
De todo esto habló hace más de un siglo Friedrich Engels (el amigo de Karl Marx) en "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado), y la Arqueología moderna y la Etnografía han venido a corroborar sus acertadas deducciones.
En fin, que muchas cosas se fastidiaron en el Neolítico...
Pero esto es otra historia.