Me gusta ser autosuficiente en cuanto a las semillas que siembro. Como consecuencia, debemos dejar que las plantas que sembramos completen su ciclo reproductivo.
En el caso de los rábanos, una vez que las flores han cuajado, se forman unas vainas que contienen las semillas.
Estas vainas maduran cuando están secas. Cada una de ellas contiene en su interior varias semillas.
¿Como sacamos esas semillas? ¿Como las separamos de la cáscara?
Primero se trituran entre los dedos, sin que la cascara quede demasiado fina, pero asegurándonos de que salen las semillas.
Ahora removemos bien y hacemos movimientos de vaivén con el recipiente, con idea de que las semillas se escurran hacia abajo y arriba nos queden los trozos de cáscara más gordos.
Después vamos retirando de la superficie con la punta de los dedos en vertical y sin hacer mucha presión así nos iremos llevando la cáscara y dejando las semillas.
Llegará un momento de que esto ya no es posible sin llevarnos también las semillas. Ha llegado el momento de aventar. Esto es mejor hacerlo por la tarde, cuando se levanta la brisa, o cuando hace un viento suave. Podemos ir pasando de un recipiente a otro, en el trayecto el aire se llevará la cáscara y nos dejará el grano, o si no tenemos un volumen grande podemos eliminar la cascarilla mediante varios soplidos.
Y ahora a etiquetarlo y a guardarlo en un sitio fresco y seco para la temporada siguiente.
¡Salud!