El diseño de arcos, y las ventajas e inconvenientes de cada cosa, da para más de un libro, y de dos.
Básicamente, un vientre plano reparte la compresión por una superficie mayor.
Se le saca ventaja con maderas blandas o semiduras.
Con maderas duras, o con buena resistencia a la compresión, se puede redondear el vientre sin que éste se colapse.
Un buen ejemplo es el longbow inglés, con su vientre redondo.
El tejo (duramen) resiste bien en compresión.
Sin embargo, la robinia, que es una madera bastante dura, aguanta mal la compresión, y por eso se beneficia de un vientre plano.
Eso no quiere decir que no pueda hacerse un arco de robinia (o de una madera menos dura) con vientre redondeado. Pero hay que compensar la superficie por la que se raparta la compresión de alguna forma.
Esto significa mayor anchura, o mayor longitud de las pals.
Y si esto no es posible, menor potencia.
Lo he dicho más veces: en diseño de arcos, todo es un toma y daca: si quitas de aquí, tienes que añadir por allá, y viceversa.
Dicho todo esto, añado que hacer un vientre plano suele dar más trabajo que un vientre redondo o abombado, porque con uno plano, hay que cortar o rascar más madera en anchura a cada pasada.