Las especies de bambú más usadas para fechas en Asia son Sasa coreana y Pseudosasa japonica.
La caña mediterránea (Arundo donax) es la más usada en Europa, aunque es más ligera que el bambú, pero da buenas flechas (a condición de insertar algo macizo y más duro hacia la punta).
En esta zona, con clima oceánico, abunda el avellano, que da brotes anuales bien rectos. Pero puede valer casi cualquier árbol de hoja caduca, a condición de tutorar el año anterior los brotes, tras una poda.
Es lo que se hace con las "granjas de bastones": se podan los árboles, y se controla el crecimiento de brotes nuevos, lo más rectos posible.
Esta técnica de gestión forestal se llama "coppicing" en inglés, y aquí se ha perdido la costumbre de hacerlo, salvo para obtener varas de avellano para tutorar tomates y alubias.
Fresno y castaño también sacan brotes anuales bien derechos, si se poda el árbol. Pero lo mismo ocurre con el mazano, peral, ciruelo, endrino...
La lista puede ser muy larga.
Un inconveniente de los vástagos hechos con brotes, de madera maciza, es que aunque se enderecen con calor, tienen tendencia a volver a torcerse cuando cambian las condiciones ambientales de temperatura y humedad.
Como lo que se calienta es la parte exterior del vástago, la parte interior no se endereza tanto, y sigue "tirando" desde el interior. Y en cuanto puede, vuelve a doblar o torcer toda la flecha.
Por eso se usan "tubos" para hacer flechas: el saúco, la caña o el bambú son huecos, así que cuando se calienta el vástago, no hay interior que quede sin calentar, y no "tira" de la flecha para volver a torcerla.
El saúco no es estrictamente hueco, pero la médula interior es tan ligera, que no merece la pena eliminarla para hacer las flechas.