Os presento mi primer felpudo.
Es el primero porque luego tengo otro a la puerta de casa, normalito, como los que tenéis vosotros a la puerta de la vuestra.
Este sirve para quitar el barro y la nieve de las botas, antes de limpiar y secar las suelas en el felpudo convencional.
Vi este tipo de felpudos en Finlandia, y me parecieron de lo más prácticos.
Allí los venden -parecidos- en cada esquina, pero aquí... no había manera, así que bajé a la ferretería, compré cuatro cepillos de púas duras (estos son de plástico, pero los hay de raíz que van de maravilla), agarré cuatro tablas que andaban danzando por el taller, unos pocos tirafondos, y listo.
La construcción es sencillísima, y con estas imágenes, creo que se explica por sí sola.
Una vista en planta:
Y otra en alzado:
Antes de atornillar los elementos, le di una mano de aceite protector de intemperie a toda la madera.
Cuando tiene mucho barro, y lo quiero limpiar, le pego un manguerazo o lo meto un rato boca abajo en el estanque.
Las "alas" que tiene el felpudo a los lados de los cepillos son para pisar ahí con un pie mientras me limpio el otro.
Quizá os sirva a alguien.
Pero no se os ocurra patentarlo y sacar pasta con esto, que yo os paso la idea "gratis et amore"...