Pues yo digo que no.
Que la primera conversación trataba de recoger del suelo a un bebé que lloraba.
O mejor aún, de si estas raíces eran igual de comestibles que aquellas otras.
O no: que si Menganito se me arrima demasiado por las noches junto a la hoguera, pero a mí me mola más Fulanito.
Con información presentada así, pareciera dar a entender que de repente, un día, dos personas se pusieron a hablar sin más, y que la víspera se comunicaban con gruñidos y gestos.
O por telepatía.
¡Cuánto mal han hecho ciertas novelas de ambiente "prehistórico"!...
Mal por RTVE.