Bien, Leo. Ya quisiera yo que por estos lados la gente aprendiera a tratarlas con ese respeto.
Hace poco que acà hubo una crecida muy grande consecuencia de la deforestaciòn rìo arriba y la impermeabilizaciòn de los suelos por culpa de la agricultura industrial y sus paquetes tecnològicos asociados, sumado a que los grandes terratenientes en su afàn de lucro realizan obras hidràulicas clandestinas para drenar los campos bajos. Como consecuencia, se desprendieron como nunca manchones de plantas palustres que llegaron hasta las costas de Buenos Aires cargados de bicherìo en abundancia. El mal gobierno y los medios se encargaron de aterrar al público con medidas de "seguridad" innecesarias (como prohibir el acceso a la costa) y mostrando permanentemente en los medios masivos de desinformaciòn imàgenes de ofidios. Asì que la gente se dedicó a matar culebras a diestra y siniestra. Ojo, hubo un caso de mordida de yararà, pero me gustaría saber en qué condiciones se dio.
Iurde, acà tenemos culebras tímidas, culebras agresivas y víboras de todo tipo de carácter; de hecho es notable que la actitud de una misma especie puede cambiar de una zona a otra, lo mismo que la composición del veneno. Yo una vez vi una cascabel descansando rodeada de infinidad de curiosos que iban a fotografiarla, y conozco gente que trabaja con ofidios que fue perseguida por ejemplares de la misma especie (qué cagazo).